CRISIS DE LA
GLOBALIZACIÓN, LIDERAZGO EMERGENTE Y ÉTICA
D.
Pino Pascucci S.
“Las que conducen y arrastran al mundo no
son las máquinas sino las ideas”
Víctor
Hugo
RESUMEN
Dada la crítica
situación económica, política, social y ambiental, entre otras,
que está confrontando el mundo como consecuencia de un proceso de
globalización unidisciplinar y de polo hegemonizante, que no toma
en cuenta las especificidades culturales (realidades históricas
locales) ni las asimetrías existentes entre las naciones, se
presenta la necesidad de estudiar el fenómeno para poderlo
comprender y ofrecer opciones que alienten las relaciones en el orden
mundial desde un liderazgo alternativo, dialogante, democrático, con
sentido de justicia, inclusión y altamente ético para enfrentar los
efectos nocivos de un proceso que, tal como es publicitado y
aplicado, no privilegia lo equitativo.
INTRODUCCIÓN
En estas reflexiones
acerca de la globalización se plantea la inquietud que existe en
cuanto a la crisis que la misma ha generado en el mundo, toda vez que
se manifiestan múltiples cuestionamientos que derivan del hecho de
estar en presencia, de acuerdo a los efectos que provoca, así como
de los hechos concretos que diversos expertos señalan, de un proceso
con tendencia a la neocolonización, dominado por monopolios,
propenso a la imposición de un pensamiento único y al manejo
indiscriminado de los recursos naturales. Ante esto, y en virtud de
una realidad que nos muestra un mundo interdependiente, surge el
propósito de investigar el tema para ahondar en la idea de
replantear la globalización mediante un liderazgo emergente con
fundamento ético, que pueda orientar la dinámica
internacionalizadora por una senda de justicia, equidad y humanismo.
De seguidas se somete
a la valoración crítica de los lectores el planteamiento de lo que
constituye la esencia del tema, con sus bases teóricas, lo
metodológico y los desafíos que debe enfrentar una nueva gerencia
(entendida esta última como una actividad que, tanto en el ámbito
público como privado, tiene la responsabilidad de dirigir, planear,
gestionar, administrar y liderar procesos y organizaciones). Además,
se hace entrega de una reseña referida a más de una veintena de
textos cuyos autores son respetables escritores que aportan ideas
valiosas para el tema.
PLANTEAMIENTO
DEL PROBLEMA
La
globalización ha sido uno de los fenómenos contemporáneos más
debatido en los últimos años. De hecho, economistas, sociólogos,
filósofos, historiadores, politólogos, políticos, juristas,
gerentes, agricultores, dirigentes obreros, educadores y toda la
sociedad mundial discuten y manifiestan sus pareceres en cuanto al
modo cómo éste se ha expresado; y es así que encontramos desde la
prédica apologética hasta la visión crítica. Habida cuenta de que
conocer adecuadamente implica la posibilidad de tomar las mejores
decisiones en el presente real, no imaginario, de crisis financiera,
crisis energética, crisis alimentaria y crisis medioambiental, la
postura crítica en cuanto al modo cómo ha sido globalizado el
planeta indica que los efectos han resultado devastadores. En buena
medida tales efectos resultan del conjunto de desigualdades del
sistema de comercio mundial, de la falta de reglas justas y
equitativas que permitan la mejor convivencia internacional, de la
ausencia de un liderazgo profundamente democrático, con fundamento
en una ética que considere los valores tradicionales de los pueblos
y que enfrente lo que J. Stiglitz (2002) ha denunciado como la
sustitución de las dictaduras de las élites nacionales por las
nuevas dictaduras de las finanzas de orden internacional. La
globalización, en los términos planteados, genera “malestar”,
ha fracasado en la promoción del desarrollo y ha generado más
pobreza (sólo en 2008, según la ONU, 100 millones de personas se
han empobrecido, sumándose a las ya existentes, las cuales se
cuentan también en centenares de millones).
Conforme a lo expuesto surge
la necesidad de un liderazgo cuyo poder se centre en principios
éticos, que promueva inversiones en proyectos tangibles y
sostenibles, que contribuya a la toma de las mejores decisiones
sobre la base de información seria y
verdadera, no manipulada, que promueva reglas claras, inclusión y
responsabilidad social corporativa. Urge este redireccionamiento
tanto en el ámbito de lo público como de lo privado, más aún
cuando, a pesar de que vivimos en la era de la información y de las
tecnologías de la comunicación, existe un submundo que, por ejemplo
en los negocios financieros, funciona entre bastidores. Esto último
es público y notorio, tanto que el Premio Nobel de Economía 2008,
el economista Paul Krugman, ha orientado sus planteamientos con tal
determinación crítica que surge la afirmación de que mientras se
desbarata la arquitectura financiera internacional, se multiplican
las desilusiones. La economía del mundo, por ausencia de un
liderazgo cuyo poder se centre en lo ético, adquirió el perfil de
una economía virtual, inmaterial, más de papel que real. Doscientos
cincuenta billones de euros es el monto de la ficción financiera
puesta en escena; esto es, seis veces la cifra o monto real de la
riqueza del mundo.
Es evidente, pues, que el
liderazgo que emerja en estos tiempos aciagos, debe tener presente
que es necesario ilustrar la conciencia y ordenar la conducta con el
objeto de poder apoyar en los postulados éticos el accionar
práctico. Esto es lo que en definitiva constituye el ethos (ética)
vital que, en Aristóteles, está vinculado al carácter y
comportamiento del ser humano, a su manera de conducirse y actuar. En
un replanteo de la globalización no puede estar ausente este
desideratum social, toda vez que se observa un cuestionamiento de la
usura, el acaparamiento, el monopolio, la competencia desleal, la
publicidad engañosa, la ganancia desproporcionada y el beneficio
deshonesto que defrauda y arruina al otro. El bien de todos, lo que
doctrinariamente se denomina el Bien Común, es un principio ético
que bien merece ser retomado y reimpulsado.
En términos éticos existe el
reto de superar el “contraste entre la mundanidad-que-somos y la
trascendencia-a-la-que-aspiramos” Schmidt (2008). Es decir, ante
las amenazas permanentes de destrucción total o parcial del planeta,
hay que anteponer lo que resulte de la adecuada concienciación
acerca de lo que es digno y, por ende, lo que significa los derechos
esenciales de la persona humana. Es tan serio el deterioro del medio
ambiente: agua y aire contaminados, daños en la capa de ozono,
efecto invernadero, desechos industriales, etc., que las autoridades
sanitarias y de gobierno, han tenido que adoptar medidas de urgencia
para encarar este serio problema dando lugar, impulsado por lo ético,
a la aparición y puesta en práctica de la denominada “medicina
ecológica o ecomedicina.
D Pino Pascucci S. Lic. en
Historia, Universidad de Los Andes (ULA), Abogado ULA, Msc. en
Gerencia Empresarial, Universidad Fermín Toro (UFT). Doctor en
Gerencia Avanzada, UFT. Docente en la Universidad de Los Andes,
Mérida, Venezuela. C.I.
No. 4.070577. Cel: 0416-6740072.
E. Mail: dante7p@hotmail.com
FUNDAMENTACIÓN
TEÓRICA
El proceso de
globalización que hoy conocemos en el mundo, es justo decirlo, está
marcado en buena medida por lo económico, lo que equivale a que se
le tome, en palabras de Siqueira (1995), desde una “perspectiva
unidisciplinar”. De esa orientación resulta el enfoque neoliberal
que tiene impreso, al extremo de que dicho enfoque ha generado un
gran descontento que, de acuerdo con lo que afirma Stiglitz (2006),
obliga a “emprender enormes cambios”.
Se asegura que
grupos de poder, de intereses muy particulares, son los responsables
del mal funcionamiento de la globalización, razón por la cual deben
ser limitados mediante procesos democráticos de gran amplitud que
permitan “volver a incluir la ética en los negocios” (Stiglitz;
2006,25). Esta última aseveración implica el reconocimiento de la
necesidad de que la construcción de un sistema económico y político
internacional, novedoso, promotor de beneficios para los distintos
sectores sociales (Perozo, 2005), justo, liberado de falsas
percepciones y manipulaciones interesadas, debe basarse en
“principios y valores”. La necesidad de un cambio tanto en lo
político, como en las instituciones y en la mentalidad constituye un
reto para la gerencia, para el liderazgo emergente.
Arizmendi (2007),
al analizar los postulados neoliberales, asumidos desde el Estado
como instancia de poder formal, establece que un cierto “cinismo
histórico” los ha caracterizado, el cual se esconde bajo el “mito
de la globalización” como proceso que benéficamente difunde el
progreso en el mundo. Lo cierto, de acuerdo con las realidades que
afloran, es que en el planeta se ha llegado a una situación social
límite que incrementa la amenaza de muerte en virtud de la pobreza
extrema. Afirma Arizmendi (2007) que en la globalización neoliberal
la pobreza se ha agudizado y expandido al punto de que mundialmente
existe “escasez radical” que provoca riesgos de una
inestabilidad de grandes proporciones.
Un conjunto de hechos y
situaciones dramáticas para el mundo entero revelan que el fenómeno
de la globalización conocida tiene estructuralmente imperfecciones
que, con antelación, fueron advertidas por un gran número de
expertos, pensadores y figuras destacadas del ámbito político,
económico, sociológico, cultural y religioso, entre otros.
Verdeguer E. y Álvarez L. (2001) reflexionan en torno a cómo
afecta la liberalización en el comercio y en lo financiero a las
economías en desarrollo así como lo relativo a la realidad
tecnológica de los mismos. Por otra parte, vale indicar que Giddens
(2000) ha hecho referencia a situaciones de riesgo e incertidumbre,
preocupándose por el problema del medio ambiente, así como por las
desiguales consecuencias de la “economía electrónica globalizada”
que, además, está fuertemente controlada por el poder occidental.
De las tecnologías
de la información también se ha señalado que generan cambios
sociales de tal magnitud con serias consecuencias jurídicas, pues
la esfera de lo privado se trastoca y la libertad del ciudadano se ve
menguada. Ana Sánchez et al, en la obra Tecnología, Intimidad y
Sociedad Democrática, exponen que “…la irrupción de las nuevas
tecnologías de la información en la esfera personal está
erosionando el ámbito de la privacidad, trastocando los límites
entre lo público y lo privado” (2003, 151).
Evidentemente,
pues, que esta situación previamente mencionada, nos revela la
necesidad de redireccionar la globalización, toda vez que hace
aflorar la urgencia del debate ético, aun cuando ello ponga de
manifiesto lo aseverado por Morandé en cuanto a que lo ético
corre el riesgo de convertirse en discurso “ex post factum”. Ante
tales indicios bien vale admitir, de acuerdo con Forrester (1997),
que nuestra civilización va camino de vivir en la angustia de la
inestabilidad, en la pérdida de la identidad y en la desesperanza
más absoluta y aterradora.
Es bueno decir que
de cara a las tecnologías como un todo, incluidas en ellas las de la
información, se ha construido un poder monopólico que trasciende
fronteras, naciones y Estados; dicho poder genera desequilibrios y
desigualdades de toda índole porque se erige como referencia
estratégica de dominación que controla para si los beneficios del
saber y excluye pueblos enteros de las bondades que puede acarrear el
ingenio humano compartido. Acaso, nos preguntamos, ¿no están
condenados muchos países del mundo, los africanos por ejemplo, a una
suerte de segregación tecnológica? No sin razón hay denuncias de
que junto a la brecha social existe una brecha digital y que, por
tanto, es inaplazable democratizar el acceso a la información, donde
participe el Estado mediante el diseño y ejecución de una política
para el desarrollo de las Tecnologías de la Información y de la
Comunicación (TIC) que motorice la inclusión digital y aliente la
Sociedad del Conocimiento como un componente esencial y de primer
orden en sus ejecutorias.
Desafiada como está
la globalización conocida, cuestionado su doble discurso,
inocultable el efecto devastador y el malestar que genera –como
acota Stiglitz (2002)-, conviene precisar algunos elementos de
reflexión, tal vez decisorios en estos tiempos ciertos de cambio
epocal.
Buena parte de los
males que caracterizan a la globalización son relacionados con las
grandes corporaciones multinacionales. De ellas se asegura que
colocan el énfasis en la lógica según la cual el beneficio de la
empresa debe orientarse sólo a la satisfacción de los intereses
de los accionistas, de allí el predicamento de maximizar ganancias
aun a expensas de los demás (los no accionistas). Acá estamos
frente a un serio problema de eficiencia en la economía, de
eficiencia en función social. Stiglitz sostiene que queda demostrado
que no puede lograrse el máximo bienestar social cuando “…las
corporaciones maximizan sus beneficios por su cuenta. Para que la
economía alcance su máximo grado de eficiencia, las corporaciones
deben tener en cuenta el efecto de sus acciones en sus empleados o
en el entorno o en las comunidades en las que operan” (2006, 245).
Esto último, sin
duda, revela un problema ético que no puede soslayarse a pesar de
que algunos teóricos esgrimen el argumento de que es innecesario
pensar en lo que está bien o está mal, pues sólo debe pensarse en
aquello que conviene a los propios intereses. De este modo de
proceder derivan las experiencias negativas que hoy sufre la
humanidad entera asociadas a la crisis financiera, a los serios
problemas alimentarios y de medioambiente, a la usura, al
acaparamiento, al poder monopólico, a la competencia desleal, a la
ganancia desproporcionada, al beneficio deshonesto, al soborno y la
corrupción.
Ángel Martín
Sánchez (2001), en su obra Introducción a la Ética y a la Crítica
de la Moral, expone que quienes producen bienes o servicios están
obligados a actuar en el marco de una ética que signifique la
adopción de lo que es equitativo y recto, pues toda ganancia que
no guarde proporción es indebida y toda usura no es otra cosa que
un robo. El lucro personal no puede resultar del aprovechamiento de
la necesidad ajena. Grondona (2004) refiere que la ausencia de ética
en diversos niveles de la vida social puede explicar la debilidad y
el escaso desarrollo de los grupos humanos. Esa ausencia de ética
va en línea con una visión radicalmente egoísta que impregna en
estos tiempos toda actividad que se ocupe de lo económico,
financiero, energético, medioambiental, científico, técnico,
social, jurídico, empresarial, político, educativo, etc. Al decir
de Sádaba “Ser ético no es, de ninguna manera, negar gozo propio
alguno. Otra cosa es que ese gozo sea más o menos humano” (2004;
7).
Pareciera que
asistimos a una crisis de civilización; y si se asume que toda
crisis es una ruptura paradigmática, es también una oportunidad
para poner al descubierto, como asegura Donoso (1999), los “misterios
ocultos”; es una oportunidad para construir (Morín. 2000) la
“ciudadanía terrenal”, usar todas las potencialidades que
permite la interculturalidad, reconociendo y respetando lo múltiple
y diverso, recomponer (o reconstruir, si se prefiere) el sentido de
lo que es global, planetario, mundial, para propiciar una nueva
economía, una nueva sociedad.
Esa nueva economía y
esa nueva sociedad resultarán del impulso que le den los liderazgos
que estén fundados en principios y valores (Beckhard, 2006), que
posibiliten la auténtica independencia de los seres humanos
(Santosuosso, 1998). Los líderes con tales atributos tendrán que
enfrentar lo que Da Costa (2001) denomina la “aceleración de las
desigualdades” que, en el caso de la vida en las ciudades, se
traduce en el incremento de la falta de empleos, en la miseria, la
violencia, y la contaminación.
En definitiva, fundado
en una ética que de conformidad con Guédez
(2002) debe estar presente en todos los espacios y procesos de
una organización, y que a tenor de lo que refieren Hernández et al
(2007) en cuanto a que es perentoria su inserción en los patrones
culturales, el liderazgo emergente significa saber iniciar una
conducta social, dirigir, administrar, regular los esfuerzos de otros
en razón de la capacidad para persuadir y en razón de la empatía
que activa la aceptación voluntaria de sus seguidores. Un líder
genuino, en toda organización, brinda principios sólidos:
integridad, tenacidad, respeto y afecto por quienes dirige. Se
requiere, entonces, de un liderazgo transformador, cuya capacidad
haga posible que aquello que es confuso se torne comprensible, que,
en palabras de Headington (2006), conecte y comprometa a la gente.
LO METODOLÓGICO
En un trabajo
como este cabe hacer uso, como se ha hecho, del método histórico,
sobre todo en cuanto a la estimación de que los fenómenos aquí
tratados requieren, para su comprensión, una mirada a su gestación
en el pasado, al impacto en el presente y la huella que deja en
orden al futuro. Se encuentra una relación causal, funcional y
estructural de hechos, situaciones y realidades actuales con su
generación en el tiempo histórico. Esta es, igualmente, una
investigación documental que, junto a lo descriptivo, utiliza el
método normativo, pues enfocar la importancia de normas y valores,
esto es, principios inmanentes al deber ser, impone tal orientación
analítica. Cabe agregar que el tema es tratado a la luz de una
razón epistémica crítica que considera la esencia de lo planteado
en su dimensión terrena y con las herramientas de la tríada
dialéctica, para abordar lo que es parte de una totalidad que no
oculta su complejidad.
A
MODO DE CONCLUSIÓN
Al mencionar el
conjunto de dificultades que se están derivando de una globalización
en crisis, con lo cual se afecta la calidad de vida tomando en cuenta
su orientación unidisciplinar, secuestrada por un modelo único (el
pensamiento neoliberal), que afecta lo tecnológico, el conocimiento
y la información, pues ahonda las asimetrías existentes en el mundo
y profundiza la exclusión social también en el campo educativo,
con lo cual se afecta la calidad de vida no obstante este
advenimiento de la “Tercera Revolución Industrial”, es
importante que evolucione la conciencia individual y social.
Orientada a tal cometido la gerencia avanzada, mediante un liderazgo
emergente y ético, desde una visión crítica de las ciencias
sociales, humanas y filosóficas que eviten la configuración de una
especie de superstición metodológica, puede generar respuestas que
impidan una devastación por efecto de la aplicación de un
desequilibrado poder económico, mediático y político en el ámbito
público y privado. Tiene que construirse verdaderamente una economía
y sociedad nuevas, que surjan acompañadas de las tecnologías de
información, comunicación y automatización para así romper con la
tendencia a que el empoderamiento de todo orden sea un privilegio de
viejas y recientes élites. El liderazgo emergente y ético debe
apuntar sus acciones en un sentido democrático genuino para que el
poder de la sociedad toda se soporte en el conocimiento. Esos son los
retos de la nueva gerencia, aprovechar en la sociedad postindustrial
la energía que es dinámica y viva, humana, la energía del saber,
trascendiendo las manipulaciones y tragedias creadas por una
arquitectura política, económica, financiera, productiva, social,
cultural, energética, medioambiental y geoestratégica que, en
nombre de una globalización manipulada y sesgada, ahonda las
desigualdades generando un descalabro y una crisis planetaria de
grandes proporciones.
Victor
Guédez,
en su obra La Ética Gerencial, nos indica que ésta es de suma
importancia, que su fascinación y su necesidad en toda organización
humana constituye la “expectativa del presente y la más
privilegiada esperanza del futuro”. En cinco capítulos nos
demuestra cómo las organizaciones, en lo sucesivo, deben encaminarse
a una actuación que, tanto hacia adentro como hacia afuera, se
orienten con apego a un hacer ético, por lo tanto, honesto. En este
libro el planteamiento de una gerencia ética y de un liderazgo con
tales características, se funda en un estudio histórico y
filosófico, pasando por proposiciones acerca de la manera de
practicarla y de las formas de operacionalizarla. Un ejemplo de lo
dicho sería el relacionamiento de la ética con el proceso
educativo, la implantación (y aplicación) de códigos y la
gestación de una cultura de la ética para, en definitiva, orientar
la responsabilidad social de las organizaciones con el fin de
alcanzar la mejor interrelación con el entorno. Afirma Victor Guédez
que la ética debe estar presente en todos los espacios y procesos de
una organización y que, en consecuencia, ha de tener su lugar en
todos los niveles de la estructura institucional. La ética en las
organizaciones contribuye a la toma de decisiones acertadas y al
logro de resultados adecuados. Guédez, V. (2002). La Ética
Gerencial. (Primera Reimpresión). Venezuela: Editorial Planeta.
ISBN: 980-271-319-8.
Robert
C.
Solomon escribe un interesante ensayo que lleva por título La Ética
de los Negocios, en el mismo expresa que ésta no es más que ética
aplicada, que el objeto de la misma es de reciente data, que hasta
hace poco tiempo no gozaba de muchas credenciales en el conjunto de
la “filosofía principal” y que no poseía un contexto conceptual
propio. Sin embargo, acota R. Solomon, hoy día ha generado interés
y despertado atención hasta el punto de que los “especialistas
académicos” han penetrado el mundo de los negocios para hacerse
oir. En el planteamiento de Robert Solomon se expone que el concepto
central de la ética de los negocios es en gran parte la “idea de
la responsabilidad social”. Contrariamente al postulado del
economista (premio Nobel) Milton Friedman, coforme al cual “la
responsabilidad social del negocio es aumentar sus beneficios”, el
planteamiento de lo ético en el papel de las corporaciones con
respecto a la sociedad debe ser asumido no como una “carga
adicional, sino como una parte integrante de sus intereses
esenciales”. R. Solomon señala que, en última instancia, el
sentido de la ética en los negocios estriba en que cuando los
intereses de estos últimos chocan o coliden con el bienestar social,
“el negocio debe ceder”. Se trata, pues, de que las empresas,
dado su carácter de “comunidades complejas”, puedan servir de un
modo mejor tanto a sus integrantes (incluidos los trabajadores) como
a la colectividad o sociedad en las que están inmersas. Solomon, R.
(1995). La Ética de los Negocios. En Compendio de Ética (Peter
Singer, Editor). España: Alianza Editorial. ISBN:84-206-5249-0.
Richard
Beckhard,
en el ensayo Sobre los Líderes Futuros, hace referencia a dos
principios importantes del liderazgo: uno, el de la relación entre
líder y seguidores, agregando que sin estos últimos no hay a quien
liderar; el otro principio da cuenta de que el líder efectivo hace
una gestión consciente de la dinámica inherente a dicha relación.
Luego de exponer cómo funciona esta interactuación, trata lo
correspondiente a los retos que se presentan para los líderes del
siglo XXI, tomando en cuenta que las demandas serán mayores y de
superior complejidad, razón por la cual se deben atender aspectos
económicos y sociales, independientemente del sector en el que se
actúe. Los cambios en la tecnología y en las comunicaciones, así
como los conflictos que aparezcan, exigirán que los líderes del
futuro se ocupen de lo ecológico, de la “creación de una
sociedad más justa” y de atender las inquietudes espirituales de
la humanidad. Afirma Beckhard que el aspecto espiritual no será un
asunto reservado sólo al clero. Los tiempos por venir exigirán que
se lidere y gestione con efectividad las relaciones entre misión,
propósitos de la organización, valores y alianzas con los diversos
sectores sociales e institucionales. Concluye R. Beckhard que los
futuros líderes están obligados a ser visionarios, personas con
“fuertes valores”, cargados de fe en los individuos y en la
capacidad de éstos para crecer. Podrán –dice el autor- con
arreglo a estos postulados “conformar el futuro” y actuar en
consecuencia. Beckhard, R. Sobre los Líderes del futuro. (2006). En
Hesselbein F. y otros. El Líder del futuro. España. Ediciones
DEUSTO. ISBN: 84-234-2378-6.
Pedro
Morandé,
en Los Desafíos Éticos de la Globalización, explica que este
hecho se ha venido gestando a través del tiempo gracias a las
grandes innovaciones tecnológicas, las cuales han generado una
“verdadera revolución silenciosa”. Hoy día existe una fusión
entre hombre y máquina que ha hecho cambiar la “escala del
fenómeno humano”, tanto que la ética está corriendo el riesgo de
convertirse en discurso “ex post factum”, ya que los hechos que
se derivan de la innovación técnica se anticipan a sus
pronunciamientos. Al referirse a la globalización P. Morandé señala
que su denominación es impropia y que, en todo caso, asistimos a un
proceso de “homogenización y estandarización de procedimientos”
al momento de las decisiones políticas, económicas, científicas o
de la propia existencia cotidiana. Dice Morandé que lo que existe es
una nueva forma de legitimación de las decisiones, trascendiendo
fronteras y culturas. Se pretende un “pensamiento débil” que
apunta a una suerte de pluralismo ético sin límites, que
descalifica a quienes asumen que la “persona humana” es un “bien
intransable” y con un “valor absoluto”. Morandé cuestiona la
globalización en tanto fenómeno que procura “la sustituibilidad
de la persona humana” como condición para el desarrollo económico
y social. Desde una perspectiva cristiana expresa que sólo habrá
una “globalización justa” si se respeta el “valor absoluto de
cada persona humana”. Morandé, P. (s/f). Los Desafíos Éticos de
la Globalización. Disponible: http://. Arbil.org/(24)mora.htm.
ISSN:1697-1387.
Así
como reza el proverbio cristiano según el cual “Sin bueyes el
granero está vacio; mas por la fuerza del buey hay abundancia de
pan”, es menester decir que sin humanidad no habrá pan. Viene al
caso esta referencia biblíca para comentar que Vivianne Forrester,
en el libro el Horror Económico, trata con extrema preocupación el
hecho de que mundialmente se ha estado tendiendo a la
desregularización de las actividades laborales, a formas de
generación de riquezas que prescinden del ser humano como
trabajador. Forrester afirma en su estudio que en estos tiempos más
que crisis lo que vivimos es la “mutación brutal de toda una
civilización” que va camino de vivir en la angustia de la
inestabilidad, en la pérdida de la identidad y en la desesperanza
más absoluta y aterradora. Estamos frente a una realidad en la que
se genera un gran pánico, el cual se traduce en una especie de
miedo aterrador. Estamos –acota Forrester- viviendo un tiempo clave
de la historia; confrontamos un gran peligro, pues nos hallamos
sometidos a una economía que bien puede calificarse de despótica.
Explica que las nuevas tecnologías, incluida la cibernética, es
utilizada de un modo tal que unos pocos con mucho poder en el mundo
se han apropiado de ellas en detrimento del trabajo efectuado por el
ser humano, ya que sus consecuencias antes que ser “beneficiosas,
casi milagrosas”, como es debido, han sido desastrosas. Forrester,
V. (1997). El Horror Económico. (Primera Edición). Argentina: Fondo
de Cultura Económica. ISBN: 950-557-227-1.
Giulio
Santosuosso,
en su libro Socialismo en un Paradigma Liberal, plantea un recorrido
por la historia de las civilizaciones humanas, considerando los más
diversos modos de producción conocidos desde la más remota
antigüedad hasta al presente, en el cual –según él indica- hemos
pasado del proceso manufacturador al de mentefacturación. Esto
último constituye una auténtica revolución que, dada su
importancia, pone en evidencia cifras reveladoras. El autor cita
cifras aportadas por el Banco Mundial, las cuales muestran que los 29
países que concentran el 80% de la riqueza en el mundo, derivan su
bienestar en un 67% del capital intelectual, vale decir, educación,
investigación científica e investigación tecnológica. Expone
Santosuosso que, en estos tiempos, es necesario promover una
educación integral y de calidad que contribuya al logro de la
verdadera independencia en los seres humanos, pues así es posible
tener una mayor capacidad para manejar el miedo a las incertidumbres.
De acuerdo con este autor el contexto social, político y económico
ideal sería aquel en el que deberían aliarse socialismo y
liberalismo, dejando el primero a un lado el estatismo y apartándose
el segundo del capitalismo. Santosuosso, G. (1998). Socialismo en un
Paradigma Liberal. (Primera Edición). Venezuela: Editorial Galac.
ISBN: 980-6194-25-X.
En
el libro Mito y Educación,
Roberto Donoso cuestiona el paradigma según el cual el mercado es
el eje organizador y la meta de la organización social. Por ello,
en cuanto a la educación y al relevante papel que ella juega en la
sociedad, refiere que la misma debe ser colocada a buen resguardo de
la globalización neoliberal. Agrega que todo el formidable
desarrollo técnico y el avance vertiginoso del saber científico que
contribuyen a la solución de los problemas humanos, deben ser
sustraídos de la esfera privada y de la “lógica del
costo-beneficio” para ser colocados en una perspectiva social.
Afirma Roberto Donoso que ante la globalización neoliberal es
menester, mediante un ejercicio de carácter educativo, sustentar un
proyecto alternativo que rescate el humanismo, toda vez que el hombre
es el punto de partida y el punto de llegada. La educación puede
dar un aporte importante para superar el reduccionismo del mercado,
el cual tiene un trasfondo inhumano que tiende a afectar también el
mundo del conocimiento. Indica R. Donoso que toda función
formadora, para que verdaderamente lo sea, debe contribuir a quitar
el velo, a poner al descubierto todos los “misterios ocultos” que
están detrás de lo intereses que se imponen desde el poder para
sesgar las realidades. Donoso, R. (1999). Mito y Educación. (Primera
Edición). Argentina. Espacio Editorial. ISBN: 950-802-092-X.
Edgar
Morín,
en Los Siete Saberes Necesarios a la Educación del Futuro, nos
plantea que es necesario hacer conocer lo que es conocer para así
enfrentar el error y la ilusión; superar el conocimiento
fragmentario, propio de las disciplinas, pues debemos ubicar toda
información en un contexto y en un conjunto; enseñar la condición
humana para aprender lo que significa ser humano; enseñar la
identidad terrenal, ya que todos los seres humanos vivimos en una
misma comunidad de destino; enfrentar las incertidumbres porque
generalmente sabemos manejar la certeza pero no las incertidumbres;
enseñar la comprensión que es el medio y el fin de la
comunicación humana, de modo que se hace necesario estudiar la
incomprensión desde sus raíces para poder conocer los síntomas y
causas de los racismos, las xenofobias, los desprecios y, en fin,
todo tipo de injusticias; y educar para una ética del género
humano. En este último punto, E. Morín señala que la persona tiene
un carácter ternario: es al mismo tiempo individuo, sociedad,
especie, por lo tanto se requiere que la sociedad esté en armonía
con el individuo y que el individuo lo esté con la sociedad, lo cual
significa que se deben ejercer controles mutuos, y esto es
democracia. Es necesaria una “antropo-ética” que nos lleve a
concebir la “Humanidad como comunidad planetaria” y a forjar una
conciencia favorable a la realización de la “ciudadanía
terrenal”. Morín, E. (2000). Los Siete saberes Necesarios a la
Educación del Futuro. Venezuela. Ediciones FACES-UCV. ISBN:
980-00-1707-0.
Joseph
Stiglitz
es premio Nobel de economía (2001), fue asesor económico del
gobierno del presidente estadounidense Bill Clinton, economista jefe
y vicepresidente senior del Banco Mundial. Es autor del libro El
Malestar en la Globalización, en el cual refiere el efecto
devastador que podría tener en el planeta el proceso globalizador,
fundamentalmente en los países más pobres, razón por la
cual, en su opinión, dicho proceso debe ser replanteado. Indica J.
Stiglitz que la globalización está siendo desafiada en el mundo
puesto que desde las instancias de poder internacional se elabora e
impone la agenda económica, política y social al resto de las
naciones. Este es el planteamiento fundamental del libro in comento,
el cual está cargado de cuestionamientos éticos, dado que se
denuncia el doble discurso existente en la propuesta globalizadora
conocida. En este último aspecto se aprecia, y ello es citado como
un ejemplo de la falta de equidad y de justicia, que los acuerdos
comerciales internacionales eliminan las barreras arancelarias a los
productos elaborados en las economías más poderosas, pero se
mantienen en perjuicio de los insumos, materias primas y otros bienes
manufacturados en las economías de las naciones más pobres.
Stiglitz, J. (2002) El Malestar en la Globalización. (Primera
Edición). Colombia: Editorial Taurus. ISBN: 958-704-010-4.
Anthony
Giddens
es quizás uno de los intelectuales que tempranamente se abocó a
analizar el fenómeno de la globalización. Autor del planteamiento
en torno a una Tercera Vía como opción frente a las hasta entonces
conocidas: capitalismo y comunismo, escribe su libro Un Mundo
Desbocado, en el cual analiza los efectos de la globalización en
nuestro planeta y en nuestras vidas. Con la entrada al nuevo milenio,
Anthony Giddens nos refiere que sobran razones para pensar que
estamos viviendo un período de transición histórica. De la
modernidad –expone-, época de impacto científico, tecnológico y
de pensamiento racional, que generó en nosotros una sensación de
estabilidad y control del mundo, hemos pasado a un desbocamiento en
el que debemos enfrentarnos a situaciones de riesgo, como por ejemplo
el calentamiento global, la “economía electrónica globalizada”,
a la cual considera como desigual en sus consecuencias y fuertemente
controlada por el poder político y económico de occidente. A partir
de estas ideas esenciales, Giddens analiza aspectos importantes como
la familia, la sexualidad, el matrimonio, la democracia, las
tradiciones religiosas, entre otros, y explica que en el siglo XXI se
avizora una batalla entre los fundamentalismos y las visiones
cosmopolitas. Giddens, A. (2000) Un Mundo Desbocado. España:
Editorial Taurus. ISBN: 84-306-0385-9.
Introducción a la Ética
y a la Crítica de la Moral
es un libro cuya pretensión es la de justificar la importancia y la
relevancia de la ética en la actualidad. Trata lo concerniente a la
relación entre la vida y la ética, así como a la necesidad de
formar conciencia para la resolución de los problemas con criterio
moralmente justo, que recoja, en la conducta responsable, la síntesis
del “deber ser individual y social”. Martín, A. (2001).
Introducción a la Ética y a la Crítica de la Moral. Venezuela.
Vadell Hermanos Editores. ISBN: 980-212-196-7.
Cómo Hacer que Funcione la
Globalización es
un libro que presenta soluciones al problema que se asocia a este
fenómeno. Trata, por otra parte, lo atinente a la conducta de las
empresas transnacionales, a las políticas públicas, el tema de la
deuda externa y los organismos internacionales como el Banco Mundial,
el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del
Comercio. Plantea la necesidad de democratizar la globalización y va
a fondo en lo relativo a que los países industrializados fijaron
reglas para todo el mundo conforme a sus propios intereses. Señala
el autor que las desigualdades creadas son una rémora y que vivimos
el drama de las externalizaciones. Stiglitz, J. (2006). España.
Editorial Taurus. ISBN: 84-306-0615-7.
Bajo el Imperio de las
Ideas Morales es un
ensayo de filosofía en el cual se abordan los pensadores de la
antigüedad (Aristóteles, los estoicos, Epicuro), los pensadores
cristianos, el contractualismo, el utilitarismo y las ideas morales
en el mundo. El autor analiza la relación entre ética y desarrollo,
e igualmente hace una revisión del caso latinoamericano,
particularmente el argentino. Grondona, M. (2004). Bajo el Imperio de
las Ideas Morales. Argentina. Editorial Debolsillo. ISBN:
987-566-011-6.
Tecnología, Intimidad y
Sociedad
Democrática es una obra en la que se abordan los serios problemas
que se presentan en la preservación del derecho a la privacidad y a
la intimidad de las personas en la sociedad de la información. Sus
autores, Ana Sánchez, Héctor Silveira y Mónica Navarro tratan una
realidad que comienza a sentirse amenazante, toda vez que no sólo el
poder público va en la senda de controlar a los individuos, sino que
el poder privado controla y se hace dueño de los datos personales de
infinidad de seres humanos. Dicen los autores nombrados que la
sociedad de la información se está manifestando como “sociedad de
la identificación, la clasificación y el control”, todo lo cual
merece ser estudiado porque la frontera entre la intimidad y la no
intimidad se difumina cada vez más. Sánchez, A. et al (2003).
Tecnología, Intimidad y Sociedad Democrática. (Primera Edición).
España. Icaria Editorial. ISBN: 84-7426-619-X.
Javier Sádaba,
en La Ética Contada con Sencillez, trata lo correspondiente al tema
del deber ser, los valores, en suma, lo ético, del modo menos
complejo para que conozcamos “sus fundamentos y su razón de ser”.
En el libro in comento se desarrolla la vinculación entre ética y
religión, entre ética y política, bioética y los comités de
ética. Queda establecido por el autor que en todo cuanto hacemos
está presente la ética, y ésta no es más que expresión de
valores universales, “manifestación de nuestra libertad”.
Sádaba, J. (2004). La Ética Contada con Sencillez. España. Maeva
Editores. ISBN: 84-96231-20-8.
Dadas las exigencias
sociales y los
cambios constantes que se experimentan en el mundo de los negocios,
se requiere que en las universidades se forme personal pertinente y
con capacidad para flexibilizar a las organizaciones, tanto del
sector productivo como del sector público. Es así cómo Hernández
R. et al, en Enseñanza de la Ética en la Formación Gerencial, se
refieren a la necesidad de enseñar ética en las escuelas de
administración de las universidades para atender las exigencias en
cuanto a que los gerentes deben ser formados en el tema de la “Ética
en los Negocios” considerando la sociedad globalizada de hoy.
Hernández, R. et al. (2007). Enseñanza de la Ética en la Formación
Gerencial. Venezuela. Revista de Ciencias Sociales. Diciembre,
volumen 13, No. 3. ISSN: 1315-9518.
Leila Da Costa Ferreira
publica Ciudad y Sostenibilidad: el Derecho a la Información como
Componente Esencial de la Política Ambiental. En dicho trabajo
relaciona el crecimiento poblacional y el impacto ambiental que el
mismo provoca, así como la expansión de las megaciudades,
fundamentalmente las que corresponden a la “periferia de la
globalización”. En esta categoría ubica a las naciones que están
subordinadas con respecto al centro económico dominante, es decir,
las metrópolis. Indica que en los
años por venir se
incrementará la miseria, la violencia, el desempleo y la polución,
acotando que estas son realidades que se deben enfrentar con cambios
en la gestión política, haciendo uso de “espacios de diálogo”
y “diseminando la información. Da Costa, L. (2001). Ciudad y
Sostenibilidad: el Derecho a la Información como Componente Esencial
de la Política Ambiental. En Ecología de la Información (Rodrigo
Araya, Editor). Primera Edición. Venezuela. Editorial Nueva
Sociedad. ISBN: 980-317-182-8.
El Florecimiento Humano
como Mirador Iconoclasta ante la Mundialización de la Pobreza,
pertenece a Luis Arizmendi y es un ensayo mediante el cual se
formula una fuerte crítica al neoliberalismo, a su “cinismo
histórico” envuelto en una globalización que no ha hecho otra
cosa que mundializar la pobreza, al decir del autor. En el mismo
también se puede leer el modo en que la revolución tecnológica
actual es usada para “apuntalar el poder planetario”. También
son analizados el proceso de reconfiguración del Estado neoliberal,
la opción de una economía moral y el tema de la soberanía.
Arizmendi, L. (2007). El Florecimiento Humano como Mirador
Iconoclasta ante la Mundialización de la Pobreza. México.
Desacatos. Revista de Antropología Social. Enero-abril, No. 23.
ISSN: 1405-9274.
La Globalización,
es una obra de Enrique Verdeguer y Leticia Álvarez en la cual se
plantean inquietudes en el sentido dicotómico de lo global o de lo
neocolonial, del pensamiento único o lo multicultural, el desarrollo
en el sentido tradicional o el desarrollo sustentable, el poder del
Estado o el poder de las multinacionales. Aseguran que ha habido
una “explosión de nuevas tecnologías”, que hay una
interdependencia de países, mercados, corporaciones y personas; y
que el proceso globalizador afecta a todos por igual, requiriendo por
consiguiente de la valoración de los “beneficios y de los costes”
que el mismo provoca. Verdeguer, E. y Álvarez L. (2001). La
Globalización. España. Acento Editorial. ISBN: 84-483-0624-4.
En el artículo Economía
Política, Globalización y Comunicación,
César Siqueira advierte que la globalización, si se toma
“aisladamente, o desde una perspectiva unidisciplinar”, no es más
que parte de la ideología neoliberal. Expresa que desde una visión
crítica, la economía de la comunicación y de la cultura pueden
contribuir significativamente a impedir que el fenómeno sea
“fetichizado”. Desarrolla aspectos concernientes a la
estructuración de las “redes telemáticas globales en las grandes
empresas”, la expansión de las telecomunicaciones y la revolución
microelectrónica. César Siqueira resalta la fuerte relación entre
los movimientos de globalización de la economía y los cambios en la
red mundial de los sistemas de comunicación que apuntan a la
expansión del capital financiero, de la gran empresa oligopólica y
a la sumisión del trabajo intelectual. Siqueira, C. (1995). Economía
Política, Globalización y Comunicación. Venezuela. Nueva Sociedad,
noviembre-diciembre, No. 140. ISSN: 0251-3552.
Edward Headington
escribe un ensayo que tiene por título La Búsqueda de un Mundo más
Nuevo. En dicho ensayo el autor asevera que vivimos cambios en todos
los órdenes, que hemos conseguido avanzar significativamente, pero
nos resta mucho por hacer como, por ejemplo, mejorar la condición
humana. 2Escribe Headington que en el mundo hay muchos problemas, que
es difícil resolverlos todos, pero algo puede hacerse e “incluso
solucionar algunos”. Al referirse al mundo de la informática y las
nuevas generaciones, expone que mediante esta tecnología se puede
estimular su participación y así enfrentar las dificultades
económicas, sociales y ecológicas con el propósito de aumentar la
cohesión colectiva, la identidad nacional y el bien común.
Considera necesario forjar un nuevo estilo de liderazgo, y es el que
propone para la generación en formación. El nuevo liderazgo debe
conectar y comprometer a la gente “en lugar de dividirla”,
insistir en el “nosotros frente al yo”. Headington, E. (2006). La
Búsqueda de un Mundo más Nuevo. En Las Claves del Liderazgo (Bennis
W., Spreitzer G. y Cummings T. Editores). España. ISBN:
84-234-2391-3.
Ética Empresarial y
Gestión del Conocimiento
es un trabajo de Migdalia Perozo, en el cual se hace mención de
actores sociales, del bien común, de la integración, la
cooperación y la ética, ésta última como aquello que
integra toda norma que regula los comportamientos y la toma de
decisiones en orden a la consideración de los principios y valores
incorporados en la dinámica de la empresa. Expone que modernizar los
sistemas de producción no debe implicar afectar la búsqueda de los
beneficios para todas las partes que se involucran en la “Gestión
del Conocimiento de Investigación y Desarrollo”. Perozo explica
que la ética es parte de un conjunto de actividades que son propias
del ser humano integral, y que en la empresa constituye un punto
importante en la toma de decisiones. Señala como conducta que
irrespeta y lesiona la dignidad humana aquella en la que se maneja la
“oferta con dolo o mala intención”, considerándose tan sólo la
idea de obtener “mayores beneficios lucrativos”. En lo que
respecta a la sociedad del conocimiento, afirma que se requiere de
“elevados niveles de excelencia” que deben estar acompañados de
valores, determinación de la utilidad y búsqueda de beneficios para
“los diversos grupos sociales”. Perozo, M. (2005). Ética
Empresarial y Gestión del Conocimiento. Revista Venezolana de
Análisis de Coyuntura. Venezuela. Diciembre, Vol. II, No.2.
Disponible en http://www.scielo.org.ve. ISSN: 1315-3617.
FUENTES DOCUMENTALES
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de la Pobreza. México. Desacatos. Revista de Antropología Social.
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