domingo, 20 de enero de 2019

CRISIS DE LA GLOBALIZACIÓN, LIDERAZGO EMERGENTE Y ÉTICA. D. Pino Pascucci


CRISIS DE LA GLOBALIZACIÓN, LIDERAZGO EMERGENTE Y ÉTICA
D. Pino Pascucci S.

Las que conducen y arrastran al mundo no son las máquinas sino las ideas”
Víctor Hugo

RESUMEN

Dada la crítica situación económica, política, social y ambiental, entre otras, que está confrontando el mundo como consecuencia de un proceso de globalización unidisciplinar y de polo hegemonizante, que no toma en cuenta las especificidades culturales (realidades históricas locales) ni las asimetrías existentes entre las naciones, se presenta la necesidad de estudiar el fenómeno para poderlo comprender y ofrecer opciones que alienten las relaciones en el orden mundial desde un liderazgo alternativo, dialogante, democrático, con sentido de justicia, inclusión y altamente ético para enfrentar los efectos nocivos de un proceso que, tal como es publicitado y aplicado, no privilegia lo equitativo.
 
INTRODUCCIÓN
En estas reflexiones acerca de la globalización se plantea la inquietud que existe en cuanto a la crisis que la misma ha generado en el mundo, toda vez que se manifiestan múltiples cuestionamientos que derivan del hecho de estar en presencia, de acuerdo a los efectos que provoca, así como de los hechos concretos que diversos expertos señalan, de un proceso con tendencia a la neocolonización, dominado por monopolios, propenso a la imposición de un pensamiento único y al manejo indiscriminado de los recursos naturales. Ante esto, y en virtud de una realidad que nos muestra un mundo interdependiente, surge el propósito de investigar el tema para ahondar en la idea de replantear la globalización mediante un liderazgo emergente con fundamento ético, que pueda orientar la dinámica internacionalizadora por una senda de justicia, equidad y humanismo.
De seguidas se somete a la valoración crítica de los lectores el planteamiento de lo que constituye la esencia del tema, con sus bases teóricas, lo metodológico y los desafíos que debe enfrentar una nueva gerencia (entendida esta última como una actividad que, tanto en el ámbito público como privado, tiene la responsabilidad de dirigir, planear, gestionar, administrar y liderar procesos y organizaciones). Además, se hace entrega de una reseña referida a más de una veintena de textos cuyos autores son respetables escritores que aportan ideas valiosas para el tema.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 

La globalización ha sido uno de los fenómenos contemporáneos más debatido en los últimos años. De hecho, economistas, sociólogos, filósofos, historiadores, politólogos, políticos, juristas, gerentes, agricultores, dirigentes obreros, educadores y toda la sociedad mundial discuten y manifiestan sus pareceres en cuanto al modo cómo éste se ha expresado; y es así que encontramos desde la prédica apologética hasta la visión crítica. Habida cuenta de que conocer adecuadamente implica la posibilidad de tomar las mejores decisiones en el presente real, no imaginario, de crisis financiera, crisis energética, crisis alimentaria y crisis medioambiental, la postura crítica en cuanto al modo cómo ha sido globalizado el planeta indica que los efectos han resultado devastadores. En buena medida tales efectos resultan del conjunto de desigualdades del sistema de comercio mundial, de la falta de reglas justas y equitativas que permitan la mejor convivencia internacional, de la ausencia de un liderazgo profundamente democrático, con fundamento en una ética que considere los valores tradicionales de los pueblos y que enfrente lo que J. Stiglitz (2002) ha denunciado como la sustitución de las dictaduras de las élites nacionales por las nuevas dictaduras de las finanzas de orden internacional. La globalización, en los términos planteados, genera “malestar”, ha fracasado en la promoción del desarrollo y ha generado más pobreza (sólo en 2008, según la ONU, 100 millones de personas se han empobrecido, sumándose a las ya existentes, las cuales se cuentan también en centenares de millones). 
 
Conforme a lo expuesto surge la necesidad de un liderazgo cuyo poder se centre en principios éticos, que promueva inversiones en proyectos tangibles y sostenibles, que contribuya a la toma de las mejores decisiones sobre la base de información seria y verdadera, no manipulada, que promueva reglas claras, inclusión y responsabilidad social corporativa. Urge este redireccionamiento tanto en el ámbito de lo público como de lo privado, más aún cuando, a pesar de que vivimos en la era de la información y de las tecnologías de la comunicación, existe un submundo que, por ejemplo en los negocios financieros, funciona entre bastidores. Esto último es público y notorio, tanto que el Premio Nobel de Economía 2008, el economista Paul Krugman, ha orientado sus planteamientos con tal determinación crítica que surge la afirmación de que mientras se desbarata la arquitectura financiera internacional, se multiplican las desilusiones. La economía del mundo, por ausencia de un liderazgo cuyo poder se centre en lo ético, adquirió el perfil de una economía virtual, inmaterial, más de papel que real. Doscientos cincuenta billones de euros es el monto de la ficción financiera puesta en escena; esto es, seis veces la cifra o monto real de la riqueza del mundo. 

Es evidente, pues, que el liderazgo que emerja en estos tiempos aciagos, debe tener presente que es necesario ilustrar la conciencia y ordenar la conducta con el objeto de poder apoyar en los postulados éticos el accionar práctico. Esto es lo que en definitiva constituye el ethos (ética) vital que, en Aristóteles, está vinculado al carácter y comportamiento del ser humano, a su manera de conducirse y actuar. En un replanteo de la globalización no puede estar ausente este desideratum social, toda vez que se observa un cuestionamiento de la usura, el acaparamiento, el monopolio, la competencia desleal, la publicidad engañosa, la ganancia desproporcionada y el beneficio deshonesto que defrauda y arruina al otro. El bien de todos, lo que doctrinariamente se denomina el Bien Común, es un principio ético que bien merece ser retomado y reimpulsado.
 
En términos éticos existe el reto de superar el “contraste entre la mundanidad-que-somos y la trascendencia-a-la-que-aspiramos” Schmidt (2008). Es decir, ante las amenazas permanentes de destrucción total o parcial del planeta, hay que anteponer lo que resulte de la adecuada concienciación acerca de lo que es digno y, por ende, lo que significa los derechos esenciales de la persona humana. Es tan serio el deterioro del medio ambiente: agua y aire contaminados, daños en la capa de ozono, efecto invernadero, desechos industriales, etc., que las autoridades sanitarias y de gobierno, han tenido que adoptar medidas de urgencia para encarar este serio problema dando lugar, impulsado por lo ético, a la aparición y puesta en práctica de la denominada “medicina ecológica o ecomedicina. 

D   Pino Pascucci S. Lic. en Historia, Universidad de Los Andes (ULA), Abogado ULA, Msc. en Gerencia Empresarial, Universidad Fermín Toro (UFT). Doctor en Gerencia Avanzada, UFT. Docente en la Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela. C.I. No. 4.070577. Cel: 0416-6740072. E. Mail: dante7p@hotmail.com

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA 
El proceso de globalización que hoy conocemos en el mundo, es justo decirlo, está marcado en buena medida por lo económico, lo que equivale a que se le tome, en palabras de Siqueira (1995), desde una “perspectiva unidisciplinar”. De esa orientación resulta el enfoque neoliberal que tiene impreso, al extremo de que dicho enfoque ha generado un gran descontento que, de acuerdo con lo que afirma Stiglitz (2006), obliga a “emprender enormes cambios”. 

Se asegura que grupos de poder, de intereses muy particulares, son los responsables del mal funcionamiento de la globalización, razón por la cual deben ser limitados mediante procesos democráticos de gran amplitud que permitan “volver a incluir la ética en los negocios” (Stiglitz; 2006,25). Esta última aseveración implica el reconocimiento de la necesidad de que la construcción de un sistema económico y político internacional, novedoso, promotor de beneficios para los distintos sectores sociales (Perozo, 2005), justo, liberado de falsas percepciones y manipulaciones interesadas, debe basarse en “principios y valores”. La necesidad de un cambio tanto en lo político, como en las instituciones y en la mentalidad constituye un reto para la gerencia, para el liderazgo emergente. 
 
Arizmendi (2007), al analizar los postulados neoliberales, asumidos desde el Estado como instancia de poder formal, establece que un cierto “cinismo histórico” los ha caracterizado, el cual se esconde bajo el “mito de la globalización” como proceso que benéficamente difunde el progreso en el mundo. Lo cierto, de acuerdo con las realidades que afloran, es que en el planeta se ha llegado a una situación social límite que incrementa la amenaza de muerte en virtud de la pobreza extrema. Afirma Arizmendi (2007) que en la globalización neoliberal la pobreza se ha agudizado y expandido al punto de que mundialmente existe “escasez radical” que provoca riesgos de una inestabilidad de grandes proporciones.

Un conjunto de hechos y situaciones dramáticas para el mundo entero revelan que el fenómeno de la globalización conocida tiene estructuralmente imperfecciones que, con antelación, fueron advertidas por un gran número de expertos, pensadores y figuras destacadas del ámbito político, económico, sociológico, cultural y religioso, entre otros. Verdeguer E. y Álvarez L. (2001) reflexionan en torno a cómo afecta la liberalización en el comercio y en lo financiero a las economías en desarrollo así como lo relativo a la realidad tecnológica de los mismos. Por otra parte, vale indicar que Giddens (2000) ha hecho referencia a situaciones de riesgo e incertidumbre, preocupándose por el problema del medio ambiente, así como por las desiguales consecuencias de la “economía electrónica globalizada” que, además, está fuertemente controlada por el poder occidental. 
 
De las tecnologías de la información también se ha señalado que generan cambios sociales de tal magnitud con serias consecuencias jurídicas, pues la esfera de lo privado se trastoca y la libertad del ciudadano se ve menguada. Ana Sánchez et al, en la obra Tecnología, Intimidad y Sociedad Democrática, exponen que “…la irrupción de las nuevas tecnologías de la información en la esfera personal está erosionando el ámbito de la privacidad, trastocando los límites entre lo público y lo privado” (2003, 151). 
 
Evidentemente, pues, que esta situación previamente mencionada, nos revela la necesidad de redireccionar la globalización, toda vez que hace aflorar la urgencia del debate ético, aun cuando ello ponga de manifiesto lo aseverado por Morandé en cuanto a que lo ético corre el riesgo de convertirse en discurso “ex post factum”. Ante tales indicios bien vale admitir, de acuerdo con Forrester (1997), que nuestra civilización va camino de vivir en la angustia de la inestabilidad, en la pérdida de la identidad y en la desesperanza más absoluta y aterradora. 

Es bueno decir que de cara a las tecnologías como un todo, incluidas en ellas las de la información, se ha construido un poder monopólico que trasciende fronteras, naciones y Estados; dicho poder genera desequilibrios y desigualdades de toda índole porque se erige como referencia estratégica de dominación que controla para si los beneficios del saber y excluye pueblos enteros de las bondades que puede acarrear el ingenio humano compartido. Acaso, nos preguntamos, ¿no están condenados muchos países del mundo, los africanos por ejemplo, a una suerte de segregación tecnológica? No sin razón hay denuncias de que junto a la brecha social existe una brecha digital y que, por tanto, es inaplazable democratizar el acceso a la información, donde participe el Estado mediante el diseño y ejecución de una política para el desarrollo de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) que motorice la inclusión digital y aliente la Sociedad del Conocimiento como un componente esencial y de primer orden en sus ejecutorias. 
 
Desafiada como está la globalización conocida, cuestionado su doble discurso, inocultable el efecto devastador y el malestar que genera –como acota Stiglitz (2002)-, conviene precisar algunos elementos de reflexión, tal vez decisorios en estos tiempos ciertos de cambio epocal. 
 
Buena parte de los males que caracterizan a la globalización son relacionados con las grandes corporaciones multinacionales. De ellas se asegura que colocan el énfasis en la lógica según la cual el beneficio de la empresa debe orientarse sólo a la satisfacción de los intereses de los accionistas, de allí el predicamento de maximizar ganancias aun a expensas de los demás (los no accionistas). Acá estamos frente a un serio problema de eficiencia en la economía, de eficiencia en función social. Stiglitz sostiene que queda demostrado que no puede lograrse el máximo bienestar social cuando “…las corporaciones maximizan sus beneficios por su cuenta. Para que la economía alcance su máximo grado de eficiencia, las corporaciones deben tener en cuenta el efecto de sus acciones en sus empleados o en el entorno o en las comunidades en las que operan” (2006, 245).

Esto último, sin duda, revela un problema ético que no puede soslayarse a pesar de que algunos teóricos esgrimen el argumento de que es innecesario pensar en lo que está bien o está mal, pues sólo debe pensarse en aquello que conviene a los propios intereses. De este modo de proceder derivan las experiencias negativas que hoy sufre la humanidad entera asociadas a la crisis financiera, a los serios problemas alimentarios y de medioambiente, a la usura, al acaparamiento, al poder monopólico, a la competencia desleal, a la ganancia desproporcionada, al beneficio deshonesto, al soborno y la corrupción. 

Ángel Martín Sánchez (2001), en su obra Introducción a la Ética y a la Crítica de la Moral, expone que quienes producen bienes o servicios están obligados a actuar en el marco de una ética que signifique la adopción de lo que es equitativo y recto, pues toda ganancia que no guarde proporción es indebida y toda usura no es otra cosa que un robo. El lucro personal no puede resultar del aprovechamiento de la necesidad ajena. Grondona (2004) refiere que la ausencia de ética en diversos niveles de la vida social puede explicar la debilidad y el escaso desarrollo de los grupos humanos. Esa ausencia de ética va en línea con una visión radicalmente egoísta que impregna en estos tiempos toda actividad que se ocupe de lo económico, financiero, energético, medioambiental, científico, técnico, social, jurídico, empresarial, político, educativo, etc. Al decir de Sádaba “Ser ético no es, de ninguna manera, negar gozo propio alguno. Otra cosa es que ese gozo sea más o menos humano” (2004; 7).
Pareciera que asistimos a una crisis de civilización; y si se asume que toda crisis es una ruptura paradigmática, es también una oportunidad para poner al descubierto, como asegura Donoso (1999), los “misterios ocultos”; es una oportunidad para construir (Morín. 2000) la “ciudadanía terrenal”, usar todas las potencialidades que permite la interculturalidad, reconociendo y respetando lo múltiple y diverso, recomponer (o reconstruir, si se prefiere) el sentido de lo que es global, planetario, mundial, para propiciar una nueva economía, una nueva sociedad.
Esa nueva economía y esa nueva sociedad resultarán del impulso que le den los liderazgos que estén fundados en principios y valores (Beckhard, 2006), que posibiliten la auténtica independencia de los seres humanos (Santosuosso, 1998). Los líderes con tales atributos tendrán que enfrentar lo que Da Costa (2001) denomina la “aceleración de las desigualdades” que, en el caso de la vida en las ciudades, se traduce en el incremento de la falta de empleos, en la miseria, la violencia, y la contaminación.
En definitiva, fundado en una ética que de conformidad con Guédez (2002) debe estar presente en todos los espacios y procesos de una organización, y que a tenor de lo que refieren Hernández et al (2007) en cuanto a que es perentoria su inserción en los patrones culturales, el liderazgo emergente significa saber iniciar una conducta social, dirigir, administrar, regular los esfuerzos de otros en razón de la capacidad para persuadir y en razón de la empatía que activa la aceptación voluntaria de sus seguidores. Un líder genuino, en toda organización, brinda principios sólidos: integridad, tenacidad, respeto y afecto por quienes dirige. Se requiere, entonces, de un liderazgo transformador, cuya capacidad haga posible que aquello que es confuso se torne comprensible, que, en palabras de Headington (2006), conecte y comprometa a la gente.
LO METODOLÓGICO

En un trabajo como este cabe hacer uso, como se ha hecho, del método histórico, sobre todo en cuanto a la estimación de que los fenómenos aquí tratados requieren, para su comprensión, una mirada a su gestación en el pasado, al impacto en el presente y la huella que deja en orden al futuro. Se encuentra una relación causal, funcional y estructural de hechos, situaciones y realidades actuales con su generación en el tiempo histórico. Esta es, igualmente, una investigación documental que, junto a lo descriptivo, utiliza el método normativo, pues enfocar la importancia de normas y valores, esto es, principios inmanentes al deber ser, impone tal orientación analítica. Cabe agregar que el tema es tratado a la luz de una razón epistémica crítica que considera la esencia de lo planteado en su dimensión terrena y con las herramientas de la tríada dialéctica, para abordar lo que es parte de una totalidad que no oculta su complejidad. 
 
A MODO DE CONCLUSIÓN
Al mencionar el conjunto de dificultades que se están derivando de una globalización en crisis, con lo cual se afecta la calidad de vida tomando en cuenta su orientación unidisciplinar, secuestrada por un modelo único (el pensamiento neoliberal), que afecta lo tecnológico, el conocimiento y la información, pues ahonda las asimetrías existentes en el mundo y profundiza la exclusión social también en el campo educativo, con lo cual se afecta la calidad de vida no obstante este advenimiento de la “Tercera Revolución Industrial”, es importante que evolucione la conciencia individual y social. Orientada a tal cometido la gerencia avanzada, mediante un liderazgo emergente y ético, desde una visión crítica de las ciencias sociales, humanas y filosóficas que eviten la configuración de una especie de superstición metodológica, puede generar respuestas que impidan una devastación por efecto de la aplicación de un desequilibrado poder económico, mediático y político en el ámbito público y privado. Tiene que construirse verdaderamente una economía y sociedad nuevas, que surjan acompañadas de las tecnologías de información, comunicación y automatización para así romper con la tendencia a que el empoderamiento de todo orden sea un privilegio de viejas y recientes élites. El liderazgo emergente y ético debe apuntar sus acciones en un sentido democrático genuino para que el poder de la sociedad toda se soporte en el conocimiento. Esos son los retos de la nueva gerencia, aprovechar en la sociedad postindustrial la energía que es dinámica y viva, humana, la energía del saber, trascendiendo las manipulaciones y tragedias creadas por una arquitectura política, económica, financiera, productiva, social, cultural, energética, medioambiental y geoestratégica que, en nombre de una globalización manipulada y sesgada, ahonda las desigualdades generando un descalabro y una crisis planetaria de grandes proporciones.


REFERENCIAS Y RESEÑA DOCUMENTAL
Victor Guédez, en su obra La Ética Gerencial, nos indica que ésta es de suma importancia, que su fascinación y su necesidad en toda organización humana constituye la “expectativa del presente y la más privilegiada esperanza del futuro”. En cinco capítulos nos demuestra cómo las organizaciones, en lo sucesivo, deben encaminarse a una actuación que, tanto hacia adentro como hacia afuera, se orienten con apego a un hacer ético, por lo tanto, honesto. En este libro el planteamiento de una gerencia ética y de un liderazgo con tales características, se funda en un estudio histórico y filosófico, pasando por proposiciones acerca de la manera de practicarla y de las formas de operacionalizarla. Un ejemplo de lo dicho sería el relacionamiento de la ética con el proceso educativo, la implantación (y aplicación) de códigos y la gestación de una cultura de la ética para, en definitiva, orientar la responsabilidad social de las organizaciones con el fin de alcanzar la mejor interrelación con el entorno. Afirma Victor Guédez que la ética debe estar presente en todos los espacios y procesos de una organización y que, en consecuencia, ha de tener su lugar en todos los niveles de la estructura institucional. La ética en las organizaciones contribuye a la toma de decisiones acertadas y al logro de resultados adecuados. Guédez, V. (2002). La Ética Gerencial. (Primera Reimpresión). Venezuela: Editorial Planeta. ISBN: 980-271-319-8.

Robert C. Solomon escribe un interesante ensayo que lleva por título La Ética de los Negocios, en el mismo expresa que ésta no es más que ética aplicada, que el objeto de la misma es de reciente data, que hasta hace poco tiempo no gozaba de muchas credenciales en el conjunto de la “filosofía principal” y que no poseía un contexto conceptual propio. Sin embargo, acota R. Solomon, hoy día ha generado interés y despertado atención hasta el punto de que los “especialistas académicos” han penetrado el mundo de los negocios para hacerse oir. En el planteamiento de Robert Solomon se expone que el concepto central de la ética de los negocios es en gran parte la “idea de la responsabilidad social”. Contrariamente al postulado del economista (premio Nobel) Milton Friedman, coforme al cual “la responsabilidad social del negocio es aumentar sus beneficios”, el planteamiento de lo ético en el papel de las corporaciones con respecto a la sociedad debe ser asumido no como una “carga adicional, sino como una parte integrante de sus intereses esenciales”. R. Solomon señala que, en última instancia, el sentido de la ética en los negocios estriba en que cuando los intereses de estos últimos chocan o coliden con el bienestar social, “el negocio debe ceder”. Se trata, pues, de que las empresas, dado su carácter de “comunidades complejas”, puedan servir de un modo mejor tanto a sus integrantes (incluidos los trabajadores) como a la colectividad o sociedad en las que están inmersas. Solomon, R. (1995). La Ética de los Negocios. En Compendio de Ética (Peter Singer, Editor). España: Alianza Editorial. ISBN:84-206-5249-0. 
 
Richard Beckhard, en el ensayo Sobre los Líderes Futuros, hace referencia a dos principios importantes del liderazgo: uno, el de la relación entre líder y seguidores, agregando que sin estos últimos no hay a quien liderar; el otro principio da cuenta de que el líder efectivo hace una gestión consciente de la dinámica inherente a dicha relación. Luego de exponer cómo funciona esta interactuación, trata lo correspondiente a los retos que se presentan para los líderes del siglo XXI, tomando en cuenta que las demandas serán mayores y de superior complejidad, razón por la cual se deben atender aspectos económicos y sociales, independientemente del sector en el que se actúe. Los cambios en la tecnología y en las comunicaciones, así como los conflictos que aparezcan, exigirán que los líderes del futuro se ocupen de lo ecológico, de la “creación de una sociedad más justa” y de atender las inquietudes espirituales de la humanidad. Afirma Beckhard que el aspecto espiritual no será un asunto reservado sólo al clero. Los tiempos por venir exigirán que se lidere y gestione con efectividad las relaciones entre misión, propósitos de la organización, valores y alianzas con los diversos sectores sociales e institucionales. Concluye R. Beckhard que los futuros líderes están obligados a ser visionarios, personas con “fuertes valores”, cargados de fe en los individuos y en la capacidad de éstos para crecer. Podrán –dice el autor- con arreglo a estos postulados “conformar el futuro” y actuar en consecuencia. Beckhard, R. Sobre los Líderes del futuro. (2006). En Hesselbein F. y otros. El Líder del futuro. España. Ediciones DEUSTO. ISBN: 84-234-2378-6.

Pedro Morandé, en Los Desafíos Éticos de la Globalización, explica que este hecho se ha venido gestando a través del tiempo gracias a las grandes innovaciones tecnológicas, las cuales han generado una “verdadera revolución silenciosa”. Hoy día existe una fusión entre hombre y máquina que ha hecho cambiar la “escala del fenómeno humano”, tanto que la ética está corriendo el riesgo de convertirse en discurso “ex post factum”, ya que los hechos que se derivan de la innovación técnica se anticipan a sus pronunciamientos. Al referirse a la globalización P. Morandé señala que su denominación es impropia y que, en todo caso, asistimos a un proceso de “homogenización y estandarización de procedimientos” al momento de las decisiones políticas, económicas, científicas o de la propia existencia cotidiana. Dice Morandé que lo que existe es una nueva forma de legitimación de las decisiones, trascendiendo fronteras y culturas. Se pretende un “pensamiento débil” que apunta a una suerte de pluralismo ético sin límites, que descalifica a quienes asumen que la “persona humana” es un “bien intransable” y con un “valor absoluto”. Morandé cuestiona la globalización en tanto fenómeno que procura “la sustituibilidad de la persona humana” como condición para el desarrollo económico y social. Desde una perspectiva cristiana expresa que sólo habrá una “globalización justa” si se respeta el “valor absoluto de cada persona humana”. Morandé, P. (s/f). Los Desafíos Éticos de la Globalización. Disponible: http://. Arbil.org/(24)mora.htm. ISSN:1697-1387.
Así como reza el proverbio cristiano según el cual “Sin bueyes el granero está vacio; mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan”, es menester decir que sin humanidad no habrá pan. Viene al caso esta referencia biblíca para comentar que Vivianne Forrester, en el libro el Horror Económico, trata con extrema preocupación el hecho de que mundialmente se ha estado tendiendo a la desregularización de las actividades laborales, a formas de generación de riquezas que prescinden del ser humano como trabajador. Forrester afirma en su estudio que en estos tiempos más que crisis lo que vivimos es la “mutación brutal de toda una civilización” que va camino de vivir en la angustia de la inestabilidad, en la pérdida de la identidad y en la desesperanza más absoluta y aterradora. Estamos frente a una realidad en la que se genera un gran pánico, el cual se traduce en una especie de miedo aterrador. Estamos –acota Forrester- viviendo un tiempo clave de la historia; confrontamos un gran peligro, pues nos hallamos sometidos a una economía que bien puede calificarse de despótica. Explica que las nuevas tecnologías, incluida la cibernética, es utilizada de un modo tal que unos pocos con mucho poder en el mundo se han apropiado de ellas en detrimento del trabajo efectuado por el ser humano, ya que sus consecuencias antes que ser “beneficiosas, casi milagrosas”, como es debido, han sido desastrosas. Forrester, V. (1997). El Horror Económico. (Primera Edición). Argentina: Fondo de Cultura Económica. ISBN: 950-557-227-1.

Giulio Santosuosso, en su libro Socialismo en un Paradigma Liberal, plantea un recorrido por la historia de las civilizaciones humanas, considerando los más diversos modos de producción conocidos desde la más remota antigüedad hasta al presente, en el cual –según él indica- hemos pasado del proceso manufacturador al de mentefacturación. Esto último constituye una auténtica revolución que, dada su importancia, pone en evidencia cifras reveladoras. El autor cita cifras aportadas por el Banco Mundial, las cuales muestran que los 29 países que concentran el 80% de la riqueza en el mundo, derivan su bienestar en un 67% del capital intelectual, vale decir, educación, investigación científica e investigación tecnológica. Expone Santosuosso que, en estos tiempos, es necesario promover una educación integral y de calidad que contribuya al logro de la verdadera independencia en los seres humanos, pues así es posible tener una mayor capacidad para manejar el miedo a las incertidumbres. De acuerdo con este autor el contexto social, político y económico ideal sería aquel en el que deberían aliarse socialismo y liberalismo, dejando el primero a un lado el estatismo y apartándose el segundo del capitalismo. Santosuosso, G. (1998). Socialismo en un Paradigma Liberal. (Primera Edición). Venezuela: Editorial Galac. ISBN: 980-6194-25-X.

En el libro Mito y Educación, Roberto Donoso cuestiona el paradigma según el cual el mercado es el eje organizador y la meta de la organización social. Por ello, en cuanto a la educación y al relevante papel que ella juega en la sociedad, refiere que la misma debe ser colocada a buen resguardo de la globalización neoliberal. Agrega que todo el formidable desarrollo técnico y el avance vertiginoso del saber científico que contribuyen a la solución de los problemas humanos, deben ser sustraídos de la esfera privada y de la “lógica del costo-beneficio” para ser colocados en una perspectiva social. Afirma Roberto Donoso que ante la globalización neoliberal es menester, mediante un ejercicio de carácter educativo, sustentar un proyecto alternativo que rescate el humanismo, toda vez que el hombre es el punto de partida y el punto de llegada. La educación puede dar un aporte importante para superar el reduccionismo del mercado, el cual tiene un trasfondo inhumano que tiende a afectar también el mundo del conocimiento. Indica R. Donoso que toda función formadora, para que verdaderamente lo sea, debe contribuir a quitar el velo, a poner al descubierto todos los “misterios ocultos” que están detrás de lo intereses que se imponen desde el poder para sesgar las realidades. Donoso, R. (1999). Mito y Educación. (Primera Edición). Argentina. Espacio Editorial. ISBN: 950-802-092-X.

Edgar Morín, en Los Siete Saberes Necesarios a la Educación del Futuro, nos plantea que es necesario hacer conocer lo que es conocer para así enfrentar el error y la ilusión; superar el conocimiento fragmentario, propio de las disciplinas, pues debemos ubicar toda información en un contexto y en un conjunto; enseñar la condición humana para aprender lo que significa ser humano; enseñar la identidad terrenal, ya que todos los seres humanos vivimos en una misma comunidad de destino; enfrentar las incertidumbres porque generalmente sabemos manejar la certeza pero no las incertidumbres; enseñar la comprensión que es el medio y el fin de la comunicación humana, de modo que se hace necesario estudiar la incomprensión desde sus raíces para poder conocer los síntomas y causas de los racismos, las xenofobias, los desprecios y, en fin, todo tipo de injusticias; y educar para una ética del género humano. En este último punto, E. Morín señala que la persona tiene un carácter ternario: es al mismo tiempo individuo, sociedad, especie, por lo tanto se requiere que la sociedad esté en armonía con el individuo y que el individuo lo esté con la sociedad, lo cual significa que se deben ejercer controles mutuos, y esto es democracia. Es necesaria una “antropo-ética” que nos lleve a concebir la “Humanidad como comunidad planetaria” y a forjar una conciencia favorable a la realización de la “ciudadanía terrenal”. Morín, E. (2000). Los Siete saberes Necesarios a la Educación del Futuro. Venezuela. Ediciones FACES-UCV. ISBN: 980-00-1707-0.

Joseph Stiglitz es premio Nobel de economía (2001), fue asesor económico del gobierno del presidente estadounidense Bill Clinton, economista jefe y vicepresidente senior del Banco Mundial. Es autor del libro El Malestar en la Globalización, en el cual refiere el efecto devastador que podría tener en el planeta el proceso globalizador, fundamentalmente en los países más pobres, razón por la cual, en su opinión, dicho proceso debe ser replanteado. Indica J. Stiglitz que la globalización está siendo desafiada en el mundo puesto que desde las instancias de poder internacional se elabora e impone la agenda económica, política y social al resto de las naciones. Este es el planteamiento fundamental del libro in comento, el cual está cargado de cuestionamientos éticos, dado que se denuncia el doble discurso existente en la propuesta globalizadora conocida. En este último aspecto se aprecia, y ello es citado como un ejemplo de la falta de equidad y de justicia, que los acuerdos comerciales internacionales eliminan las barreras arancelarias a los productos elaborados en las economías más poderosas, pero se mantienen en perjuicio de los insumos, materias primas y otros bienes manufacturados en las economías de las naciones más pobres. Stiglitz, J. (2002) El Malestar en la Globalización. (Primera Edición). Colombia: Editorial Taurus. ISBN: 958-704-010-4.

Anthony Giddens es quizás uno de los intelectuales que tempranamente se abocó a analizar el fenómeno de la globalización. Autor del planteamiento en torno a una Tercera Vía como opción frente a las hasta entonces conocidas: capitalismo y comunismo, escribe su libro Un Mundo Desbocado, en el cual analiza los efectos de la globalización en nuestro planeta y en nuestras vidas. Con la entrada al nuevo milenio, Anthony Giddens nos refiere que sobran razones para pensar que estamos viviendo un período de transición histórica. De la modernidad –expone-, época de impacto científico, tecnológico y de pensamiento racional, que generó en nosotros una sensación de estabilidad y control del mundo, hemos pasado a un desbocamiento en el que debemos enfrentarnos a situaciones de riesgo, como por ejemplo el calentamiento global, la “economía electrónica globalizada”, a la cual considera como desigual en sus consecuencias y fuertemente controlada por el poder político y económico de occidente. A partir de estas ideas esenciales, Giddens analiza aspectos importantes como la familia, la sexualidad, el matrimonio, la democracia, las tradiciones religiosas, entre otros, y explica que en el siglo XXI se avizora una batalla entre los fundamentalismos y las visiones cosmopolitas. Giddens, A. (2000) Un Mundo Desbocado. España: Editorial Taurus. ISBN: 84-306-0385-9.

Introducción a la Ética y a la Crítica de la Moral es un libro cuya pretensión es la de justificar la importancia y la relevancia de la ética en la actualidad. Trata lo concerniente a la relación entre la vida y la ética, así como a la necesidad de formar conciencia para la resolución de los problemas con criterio moralmente justo, que recoja, en la conducta responsable, la síntesis del “deber ser individual y social”. Martín, A. (2001). Introducción a la Ética y a la Crítica de la Moral. Venezuela. Vadell Hermanos Editores. ISBN: 980-212-196-7.

Cómo Hacer que Funcione la Globalización es un libro que presenta soluciones al problema que se asocia a este fenómeno. Trata, por otra parte, lo atinente a la conducta de las empresas transnacionales, a las políticas públicas, el tema de la deuda externa y los organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio. Plantea la necesidad de democratizar la globalización y va a fondo en lo relativo a que los países industrializados fijaron reglas para todo el mundo conforme a sus propios intereses. Señala el autor que las desigualdades creadas son una rémora y que vivimos el drama de las externalizaciones. Stiglitz, J. (2006). España. Editorial Taurus. ISBN: 84-306-0615-7.

Bajo el Imperio de las Ideas Morales es un ensayo de filosofía en el cual se abordan los pensadores de la antigüedad (Aristóteles, los estoicos, Epicuro), los pensadores cristianos, el contractualismo, el utilitarismo y las ideas morales en el mundo. El autor analiza la relación entre ética y desarrollo, e igualmente hace una revisión del caso latinoamericano, particularmente el argentino. Grondona, M. (2004). Bajo el Imperio de las Ideas Morales. Argentina. Editorial Debolsillo. ISBN: 987-566-011-6.

Tecnología, Intimidad y Sociedad Democrática es una obra en la que se abordan los serios problemas que se presentan en la preservación del derecho a la privacidad y a la intimidad de las personas en la sociedad de la información. Sus autores, Ana Sánchez, Héctor Silveira y Mónica Navarro tratan una realidad que comienza a sentirse amenazante, toda vez que no sólo el poder público va en la senda de controlar a los individuos, sino que el poder privado controla y se hace dueño de los datos personales de infinidad de seres humanos. Dicen los autores nombrados que la sociedad de la información se está manifestando como “sociedad de la identificación, la clasificación y el control”, todo lo cual merece ser estudiado porque la frontera entre la intimidad y la no intimidad se difumina cada vez más. Sánchez, A. et al (2003). Tecnología, Intimidad y Sociedad Democrática. (Primera Edición). España. Icaria Editorial. ISBN: 84-7426-619-X.

Javier Sádaba, en La Ética Contada con Sencillez, trata lo correspondiente al tema del deber ser, los valores, en suma, lo ético, del modo menos complejo para que conozcamos “sus fundamentos y su razón de ser”. En el libro in comento se desarrolla la vinculación entre ética y religión, entre ética y política, bioética y los comités de ética. Queda establecido por el autor que en todo cuanto hacemos está presente la ética, y ésta no es más que expresión de valores universales, “manifestación de nuestra libertad”. Sádaba, J. (2004). La Ética Contada con Sencillez. España. Maeva Editores. ISBN: 84-96231-20-8.

Dadas las exigencias sociales y los cambios constantes que se experimentan en el mundo de los negocios, se requiere que en las universidades se forme personal pertinente y con capacidad para flexibilizar a las organizaciones, tanto del sector productivo como del sector público. Es así cómo Hernández R. et al, en Enseñanza de la Ética en la Formación Gerencial, se refieren a la necesidad de enseñar ética en las escuelas de administración de las universidades para atender las exigencias en cuanto a que los gerentes deben ser formados en el tema de la “Ética en los Negocios” considerando la sociedad globalizada de hoy. Hernández, R. et al. (2007). Enseñanza de la Ética en la Formación Gerencial. Venezuela. Revista de Ciencias Sociales. Diciembre, volumen 13, No. 3. ISSN: 1315-9518.

Leila Da Costa Ferreira publica Ciudad y Sostenibilidad: el Derecho a la Información como Componente Esencial de la Política Ambiental. En dicho trabajo relaciona el crecimiento poblacional y el impacto ambiental que el mismo provoca, así como la expansión de las megaciudades, fundamentalmente las que corresponden a la “periferia de la globalización”. En esta categoría ubica a las naciones que están subordinadas con respecto al centro económico dominante, es decir, las metrópolis. Indica que en los
años por venir se incrementará la miseria, la violencia, el desempleo y la polución, acotando que estas son realidades que se deben enfrentar con cambios en la gestión política, haciendo uso de “espacios de diálogo” y “diseminando la información. Da Costa, L. (2001). Ciudad y Sostenibilidad: el Derecho a la Información como Componente Esencial de la Política Ambiental. En Ecología de la Información (Rodrigo Araya, Editor). Primera Edición. Venezuela. Editorial Nueva Sociedad. ISBN: 980-317-182-8.

El Florecimiento Humano como Mirador Iconoclasta ante la Mundialización de la Pobreza, pertenece a Luis Arizmendi y es un ensayo mediante el cual se formula una fuerte crítica al neoliberalismo, a su “cinismo histórico” envuelto en una globalización que no ha hecho otra cosa que mundializar la pobreza, al decir del autor. En el mismo también se puede leer el modo en que la revolución tecnológica actual es usada para “apuntalar el poder planetario”. También son analizados el proceso de reconfiguración del Estado neoliberal, la opción de una economía moral y el tema de la soberanía. Arizmendi, L. (2007). El Florecimiento Humano como Mirador Iconoclasta ante la Mundialización de la Pobreza. México. Desacatos. Revista de Antropología Social. Enero-abril, No. 23. ISSN: 1405-9274.

La Globalización, es una obra de Enrique Verdeguer y Leticia Álvarez en la cual se plantean inquietudes en el sentido dicotómico de lo global o de lo neocolonial, del pensamiento único o lo multicultural, el desarrollo en el sentido tradicional o el desarrollo sustentable, el poder del Estado o el poder de las multinacionales. Aseguran que ha habido una “explosión de nuevas tecnologías”, que hay una interdependencia de países, mercados, corporaciones y personas; y que el proceso globalizador afecta a todos por igual, requiriendo por consiguiente de la valoración de los “beneficios y de los costes” que el mismo provoca. Verdeguer, E. y Álvarez L. (2001). La Globalización. España. Acento Editorial. ISBN: 84-483-0624-4.

En el artículo Economía Política, Globalización y Comunicación, César Siqueira advierte que la globalización, si se toma “aisladamente, o desde una perspectiva unidisciplinar”, no es más que parte de la ideología neoliberal. Expresa que desde una visión crítica, la economía de la comunicación y de la cultura pueden contribuir significativamente a impedir que el fenómeno sea “fetichizado”. Desarrolla aspectos concernientes a la estructuración de las “redes telemáticas globales en las grandes empresas”, la expansión de las telecomunicaciones y la revolución microelectrónica. César Siqueira resalta la fuerte relación entre los movimientos de globalización de la economía y los cambios en la red mundial de los sistemas de comunicación que apuntan a la expansión del capital financiero, de la gran empresa oligopólica y a la sumisión del trabajo intelectual. Siqueira, C. (1995). Economía Política, Globalización y Comunicación. Venezuela. Nueva Sociedad, noviembre-diciembre, No. 140. ISSN: 0251-3552.

Edward Headington escribe un ensayo que tiene por título La Búsqueda de un Mundo más Nuevo. En dicho ensayo el autor asevera que vivimos cambios en todos los órdenes, que hemos conseguido avanzar significativamente, pero nos resta mucho por hacer como, por ejemplo, mejorar la condición humana. 2Escribe Headington que en el mundo hay muchos problemas, que es difícil resolverlos todos, pero algo puede hacerse e “incluso solucionar algunos”. Al referirse al mundo de la informática y las nuevas generaciones, expone que mediante esta tecnología se puede estimular su participación y así enfrentar las dificultades económicas, sociales y ecológicas con el propósito de aumentar la cohesión colectiva, la identidad nacional y el bien común. Considera necesario forjar un nuevo estilo de liderazgo, y es el que propone para la generación en formación. El nuevo liderazgo debe conectar y comprometer a la gente “en lugar de dividirla”, insistir en el “nosotros frente al yo”. Headington, E. (2006). La Búsqueda de un Mundo más Nuevo. En Las Claves del Liderazgo (Bennis W., Spreitzer G. y Cummings T. Editores). España. ISBN: 84-234-2391-3.

Ética Empresarial y Gestión del Conocimiento es un trabajo de Migdalia Perozo, en el cual se hace mención de actores sociales, del bien común, de la integración, la cooperación y la ética, ésta última como aquello que integra toda norma que regula los comportamientos y la toma de decisiones en orden a la consideración de los principios y valores incorporados en la dinámica de la empresa. Expone que modernizar los sistemas de producción no debe implicar afectar la búsqueda de los beneficios para todas las partes que se involucran en la “Gestión del Conocimiento de Investigación y Desarrollo”. Perozo explica que la ética es parte de un conjunto de actividades que son propias del ser humano integral, y que en la empresa constituye un punto importante en la toma de decisiones. Señala como conducta que irrespeta y lesiona la dignidad humana aquella en la que se maneja la “oferta con dolo o mala intención”, considerándose tan sólo la idea de obtener “mayores beneficios lucrativos”. En lo que respecta a la sociedad del conocimiento, afirma que se requiere de “elevados niveles de excelencia” que deben estar acompañados de valores, determinación de la utilidad y búsqueda de beneficios para “los diversos grupos sociales”. Perozo, M. (2005). Ética Empresarial y Gestión del Conocimiento. Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura. Venezuela. Diciembre, Vol. II, No.2. Disponible en http://www.scielo.org.ve. ISSN: 1315-3617.

FUENTES DOCUMENTALES

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